Logo GascoEduca

Descubre el mundo de la energía

facebook

Medio Ambiente

Que es energía

Eficiencia energética

En la naturaleza, los seres vivos tienden a utilizar los recursos de manera eficiente: toman sólo lo necesario, evitan el desperdicio y no contaminan. El ser humano podría ser considerado la excepción a esta regla, ya que, en general, actúa de manera inconsciente respecto al aprovechamiento de los recursos naturales.

La eficiencia energética (EE) es el conjunto de acciones que permiten optimizar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios finales obtenidos. Por eso, ser eficientes en el uso de la energía significa “hacer más con menos”. El concepto de eficiencia es distinto al de ahorro de energía, ya que ahorrar implica dejar de consumir o consumir menos, lo que puede significar reducir o dejar de realizar determinadas actividades.

Gran parte de la energía que usamos se desperdicia por diversas razones. Usar la energía de manera eficiente, es decir con inteligencia, permite realizar todas las actividades y ahorrar recursos, mejorando las condiciones de vida de nuestra familia, comunidad y el planeta.

Algunos de los beneficios del uso eficiente de la energía son:

Para las personas:

  • Reduce los gastos en energía en los hogares y en las empresas.
  • Reduce el impacto de tus hábitos de consumo sobre el medio ambiente.
  • Reduce los costos de producción, mejorando la competitividad de las empresas.

Para la sociedad:

  • Permite ahorrar energía y disminuir la dependencia energética.
  • Reduce el daño ambiental y la contaminación.
  • Mejora la calidad del aire, lo que significa menores daños a la salud.
  • Mejora la seguridad en el abastecimiento.

Para el planeta:

  • Menor uso de recursos naturales.
  • Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Menor contaminación.

AChEE

La Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE) es una fundación de derecho privado, sin fines de lucro, cuya misión es promover, fortalecer y consolidar el uso eficiente de la energía articulando a los actores relevantes, a nivel nacional e internacional, e implementando iniciativas público-privadas en los distintos sectores de consumo energético, contribuyendo al desarrollo competitivo y sustentable del país.

Dentro de sus objetivos se cuenta el hacer de la EE un valor cultural a nivel ciudadano, para lo cual la AChEE sugiere simples acciones como primer paso para generar un cambio cultural, al utilizar artefactos eléctricos, calefaccionar nuestros hogares y lugares de estudio o trabajo, en la cocina, y en el transporte diario.

Revisa la información que publica la ACHEE en http://www.acee.cl/eficiencia-energetica

Eficiencia energética en el uso del gas

Para contribuir a la protección de los recursos naturales es necesario incentivar conductas medio ambientales sustentables, incluyendo cambios de hábitos que permitan usar de manera más eficiente la energía de la que disponemos.

A continuación se presentan algunos consejos para el uso eficiente del gas:

En la cocina

la-cocina
  1. Al encender una cocina a gas, primero encender el fósforo, acercándolo al quemador y luego abrir la llave del artefacto.
  2. Cocinar con la llama justa. No dejar que la llama sobrepase el fondo de la olla, ya que la llama que sobresale no se aprovecha.
  3. No olvidar tapar las ollas, la cocción será más rápida.
  4. Mantener la limpieza de los quemadores de la cocina. Al estar sucio alguno de sus componentes (cabeza, anillo, tapilla del quemador), se produce un desprendimiento de la llama que provoca una demora en la cocción de los alimentos y aumenta el riesgo de que se apague.
  5. Es importante que la puerta del horno de la cocina cierre bien. La puerta debe ajustar perfectamente al cerrarla y el burlete que sella el marco de ella debe estar en su lugar y en buen estado. Esto permite aprovechar al máximo la temperatura del horno.
  6. Instalar el refrigerador lejos de las fuentes de calor: calefón y cocina.

En calefacción

en-calefaccion
  1. Al calefaccionar una habitación, mantener cerradas las puertas y ventanas.
  2. La estufa o sistema de calefacción debe ser adecuado al tamaño del recinto a calefaccionar. Si se instala un calefactor de poca potencia en un recinto muy grande, éste no va a poder temperar el ambiente y funcionará siempre a la máxima potencia.
  3. Si la calefacción es colectiva (con radiadores o losa radiante) sin termostato, y se siente demasiado calor, cerrar las llaves que regulan el flujo de agua y no abrir las ventanas.
  4. No tapar los radiadores con muebles o cortinas, ya que el calor fluirá con mayor dificultad en la habitación. Tampoco usarlos para secar ropa.
  5. Ajustar bien puertas y ventanas usando material aislante.
  6. Si es posible, instalar ventanas o cristales dobles.
  7. Mantener puertas y ventanas bien cerradas.
  8. La ventilación correcta cambia el aire viciado del interior por aire limpio del exterior. Es suficiente con abrir la ventana y generar corriente de aire con otra habitación. En 10 minutos se habrá renovado todo el aire enfriando el aire interior pero no las paredes ni el mobiliario. Al terminar la ventilación, la calefacción trabajará sólo para recuperar el calor del aire del ambiente.
  9. En cuanto a entradas de aire controladas o provocadas (rejillas de ventilación permanente, inferiores y superiores de cocinas y baños) no se deben tapar por seguridad. Una medida de ahorro es mantener cerradas las puertas de cocinas y baños, para evitar que el aire caliente del resto de la casa salga por estas ventilaciones. Las pérdidas de calor por este concepto pueden superar el 30% del gasto en combustible.
  10. Ajustar la llamada temperatura ambiente de confort, entre 20 y 21 °C durante el tiempo en que se está en casa. Cada grado más, supone aproximadamente un 7% más de consumo de combustible. Para dormir, la temperatura adecuada es entre 17 y 18 °C. Es la llamada temperatura ambiente reducida o económica, que además de reducir el consumo, permite un sueño de mayor calidad.

En agua caliente sanitaria

agua-caliente
  1. No es necesario mantener encendida la llama piloto del calefón cuando no se utiliza agua caliente. Recordar apagarla cuando no se utilice.
  2. Al utilizar agua caliente en la ducha, lavamanos o lavaplatos, regular la temperatura desde el calefón. Al abrir el agua fría para regular la temperatura, se consume gas sin necesidad, ya que el calefón sigue funcionando a alta potencia.
  3. Limpiar periódicamente el filtro de la salida de agua de las llaves ubicadas en el lavaplatos y lavamanos. Si el filtro está tapado con el sarro que normalmente se acumula, provoca que el agua salga más caliente de lo normal, lo que obliga a regular la temperatura con agua fría.
  4. Es importante realizar una mantención periódica del calefón, así se aprovecha mejor su potencia útil. Los inyectores tapados, el intercambiador de calor sucio y el sarro acumulado en la cañería del serpentín, afectan la potencia del artefacto.
  5. No utilizar agua caliente en las lavadoras de ropa. Los actuales detergentes logran excelentes resultados con agua fría y desgastan menos la ropa.
  6. Tener presente que una llave de agua caliente que gotea es una doble pérdida de energía.

Todos podemos ayudar

podemos-ayudar

La iniciativa, fomentada inicialmente por la organización no gubernamental GreenPeace, de Reducir, Reutilizar y Reciclar, da nombre a la campaña mundial conocida como “3R”, que promueve tres pasos básicos para disminuir la producción de residuos y contribuir con ello a la protección y conservación del medio ambiente. El objetivo es cambiar nuestros hábitos de consumo, haciéndolos responsables y sostenibles. Para ello se centra en la reducción de residuos, para contribuir a la solución de uno de los grandes problemas medio ambientales de la sociedad actual.

Reducir

Disminuir el gasto de materias primas, agua y bienes de consumo, así como el aporte de CO2 a la atmosfera y el consumo de energía (tanto la destinada a la creación de un producto como a su transporte y distribución).

  • Comprar menos y aplicar ciertos criterios a la hora de elegir lo que compramos, como comprobar el lugar de procedencia y dar prioridad a los productos que han sido elaborados más cerca de nosotros; escoger productos cuyo proceso de embalaje o envoltorio no sea excesivo o esté fabricado con materiales que puedan ser reciclados con mayor facilidad.
  • Sustituir las bolsas de plástico de la compra por bolsas de materiales reutilizables que se puedan emplear en futuras ocasiones.
  • Descartar o disminuir en lo posible el uso de plásticos.

Reutilizar

Alargar la vida útil de un producto, buscando el modo de repararlo o, de no ser posible, darle otros usos adicionales dentro de su ciclo de vida.

  • Internet está repleta de ideas, algunas muy creativas, orientadas a cambiar la mentalidad del “usar y tirar”.
  • La reutilización no atañe simplemente a productos manufacturados, ya que puede aplicarse también a los recursos naturales. El agua que utilizamos para lavar verduras y frutas o aquella que sobra después de beber, se puede destinar para regar las plantas o incluso limpiar el suelo.
  • Las aguas procedentes de los desagües de lavadoras, duchas o lavaplatos, tras la aplicación de un simple tratamiento, pueden reutilizarse para el riego de zonas verdes o el uso en cisternas, así como para limpieza de exteriores.

Reciclar

Tratar los desechos con el fin de obtener nuevos productos, preservar materiales potencialmente útiles y evitar así el daño medio ambiental que conlleva su eliminación (gases y otras sustancias tóxicas). La práctica del reciclaje tiene múltiples vertientes y su aplicación abarca desde sencillos hábitos domésticos hasta complejas regulaciones de orden internacional.

reciclar

A nivel doméstico, la segregación de basuras se ha convertido en una práctica fácil de llevar a cabo, simplemente al seleccionar y separar los desechos que se generan en el hogar, utilizando los ya conocidos contenedores amarillos, verdes, azules y grises para depositar metales y plásticos, papel, cartón y derivados, vidrios, envases y desechos orgánicos. Una vez segregados los desechos, diferentes entidades locales y nacionales trabajan en conjunto a través de plantas de transferencia, clasificación y valoración de residuos para optimizar el consumo de energía y preservar los recursos naturales.

  • Residuos: Lo primero que hay que hacer es dividir los residuos en orgánicos e inorgánicos. Los primeros son aquellos que provienen de animales o vegetales y los últimos son el resultado de alguna creación humana, como por ejemplo el metal o el vidrio. Dividirlos de manera más específica, es mucho mejor. De esta forma se pueden separar vidrios, papeles, metales, plásticos y residuos orgánicos.
  • Pilas: Es importante reemplazar las pilas comunes por las recargables. En el caso de tener pilas viejas, una buena forma de aislar los metales que contienen es tapándolas con cemento. Dentro del bloque permanecen inactivas.
  • Tapas de botellas: Es posible juntarlas y venderlas a plantas recicladoras y también pueden usarse para formar elementos decorativos.
  • Papel: Es importantísimo reciclar el papel porque puede volver a usarse hasta 5 veces. Una manera práctica de reducir la cantidad de papel que usamos es escribir de los dos lados. Para reducir su consumo, se recomienda usar documentos y facturas electrónicas.
  • Vidrio: Se pueden usar las botellas o frascos para hacer lámparas, adornos y nuevas botellas.
  • Bolsas de plástico: Para evitar usarlas, se pueden utilizar bolsas de tela para ir al supermercado o de compras.
  • Envases de vidrio: Es mejor elegir productos que estén envasados en vidrio, en vez de los que vienen en metal o plástico. Comprar gaseosas en botellas retornables en vez de desechables.
  • Aparatos tecnológicos: aquellos que ya no se usan (como por ejemplo televisores o computadoras) y todavía funcionan, se pueden regalar o compartir con alguien.

Al aplicar el concepto de las “3R” (Reducir, Reciclar y Reutilizar) estamos contribuyendo a un uso responsable y eficiente de la energía y, por lo tanto, al cuidado del medio ambiente.

Los residuos son sustancias u objetos que están destinados a ser valorizados o eliminados.


residuos

De acuerdo a su origen, los residuos se clasifican en:

  • Residuos domiciliarios (RD): Residuos generados en los hogares como consecuencia de actividades domésticas.
  • Residuos asimilables (RDA): Residuos que por su cantidad, naturaleza y/o composición, son similares a los residuos domiciliarios.
  • Residuos municipales (RM): Residuos generados a nivel domiciliario y asimilables, más los residuos de parques y jardines, comercio, obras menores de construcción y demolición, ferias libres, pequeñas industrias, oficinas, colegios, hospitales y barrido de calles, escombros, voluminosos, artículos electrónicos y no electrónicos, restos de ramas y podas y basureros, entre otros.

De acuerdo a su tipo, los residuos pueden ser clasificados como:

  • Residuos peligrosos: Residuos o mezcla de residuos que representan riesgo para la salud de las personas y/o efectos adversos al medio ambiente.
  • Residuos inertes: Residuos no peligrosos o mezcla de residuos no peligrosos que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas; no son solubles ni combustibles, no son biodegradables y no afectan negativamente otras materias con las cuales puedan entra en contacto.
  • Residuos con potencial de valorización (RV): Residuos que tienen un valor económico y que pueden ser sometidos a un proceso de Reciclaje o Valorización Energética. En el primer caso, puede referirse a residuos reciclables (RR) y en el segundo, a residuos valorizables energéticamente (RVE).