El gas es un estado de la materia pero, además, existen diversos combustibles gaseosos que hoy son utilizados como fuente de energía.
El padre de la química neumática, el químico Jan Baptist van Helmont, creó el vocablo “gas” a partir del término griego kaos (desorden) para definir las características del anhídrido carbónico. Esta denominación se extendió luego a todos los cuerpos gaseosos, también llamados fluidos elásticos, fluidos compresibles o aires, y se utiliza para designar uno de los estados de la materia.
El estado gaseoso se caracteriza porque sus moléculas se encuentran muy separadas unas de otras y con movimientos aleatorios entre sí, dando cuenta de una mayor cantidad de energía cinética, a diferencia de los estados sólido y líquido. El gas puede transformarse en líquido si se somete a temperaturas muy bajas y/o a incrementos de presión. A este proceso se le denomina condensación en el caso de los vapores, y licuefacción en el caso de los gases perfectos.
Así mismo, dadas las características de los gases, resulta difícil percibirlos por medio de los sentidos, a diferencia de los sólidos y los líquidos, aunque también se encuentran compuestos de átomos y moléculas.
Una de las fuentes de energía primaria primaria más utilizadas actualmente por el hombre es el gas natural, que forma parte de los llamados combustibles fósiles.A partir de estos –carbón, petróleo y gas natural- se elaboran también múltiples derivados, entre ellos, el gas licuado,también ampliamente utilizado para fines domésticos e industriales.