El gas natural es un importante combustible destinado a múltiples usos, tales como electricidad, industria y calefacción. También se plantea cada vez más como una alternativa frente a la dependencia del petróleo destinado al transporte. Por ejemplo, la información de 2014 que entrega Det Norske Veritas, muestra una flota operativa de 47 buques que utilizan GNL como combustible, y confirma la entrega 48 más para finales de 2018. Esto implica una duplicación de la flota durante el período 2013-2018.
Por otra parte, la constatación en los últimos años de la gran cantidad de reservas de gas no convencional en EE.UU. y otros países, ha intensificado el debate en torno al GN como un "puente" hacia un futuro bajo en niveles de carbono.
En cuanto al gas licuado (GLP), los especialistas pronostican un amplio desarrollo tecnológico que permitirá nuevos usos de este combustible. Entre los más esperados se cuentan:
La microcogeneración es una alternativa de gran potencial para el futuro. Consiste en la producción instantánea de calor útil y electricidad en un único proceso. El principio de los sistemas de microgeneración es similar al funcionamiento del motor de un automóvil: al accionar el generador eléctrico, el motor produce calor, el cual es capturado por el sistema de refrigeración y conducido al sistema de calefacción y/o producción de agua caliente sanitaria (ACS).
Los motores utilizados están diseñados para funcionar continuamente, entregando anualmente hasta 45.000 kWh de electricidad y 120.000 kWh de calor útil, con una eficiencia combinada superior al 90%.
Beneficios de la microgeneración
Según lo que publica Baxi, empresa española experta en climatización, generando electricidad al punto de consumo, la microcogeneración es una gran alternativa a las plantas de producción eléctrica convencionales, las cuales tienen un 35% menos de eficiencia. Al menos dos tercios de la energía generada por las plantas eléctricas se pierde en calor y durante el transporte hasta el punto donde ésta se utiliza.
Las regulaciones de eficiencia energética también han estimulado el mercado de la microcogeneración, ya que sería una aplicación sustitutiva de la energía solar térmica para producción de ACS en aquellos casos en que se justifique.
Ha sido una opción muy atractiva, sobre todo en aquellas aplicaciones donde existe una alta demanda térmica constante a lo largo del año. Además, resulta ser aún más popular, debido a que es una opción rentable, eficiente y con una importante reducción de las emisiones de CO2.
Se adapta para complementar salas de calderas existentes sin la necesidad de reconfigurar ni el trazado de tuberías ni los emisores del circuito secundario. Esto significa también que los usuarios pueden empezar a reducir sus emisiones de CO2 y ahorrar energía de forma más rápida, sin realizar una gran inversión ni las transformaciones requeridas para integrar energías renovables.